miércoles, 4 de julio de 2007

El artículo: En homenaje a Fred Saberhagen


Fred no fue uno de los grandes, aunque es cierto que esa es mi opinión; sin embargo escribió un cuento: "Alas en la oscuridad" que leí a los catorce años en una antología sobre psicología en la ciencia ficción recopilada por Isaac Asimov (y Martin H. Greenberg). Me gustó, me gustó mucho. Me dieron ganas de leer otras cosas de Fred Saberhagen, pero no era mucho lo que se podía encontrar de él en castellano. Tuve en mis manos varias veces "El encuentro", cuyo argumento me fascinó desde un principio: Sherlock Holmes y Drácula juntos en una aventura. Ahora se han escrito muchos libros, ucronías las llaman, mescolanzas de personajes imaginarios y reales cuyo único anclaje común es transitar por la misma época. Pero el caso es que no compré el libro de Saberhagen. Era muy caro para mí entonces (unas dos mil pesetas a finales de los ochenta). Luego lo he buscado desesperadamente sin volver a encontrarlo. Cosas de la vida.
Más tarde cayó en mis manos "Coils", una colaboración entre Roger Zelazny (todavía mi escritor fetiche) y Fred Saberhagen que leí en inglés pues, que yo sepa, no está traducida al castellano. Me gustó también, pero las situaciones y personajes me recordaron más a Roger que a Fred.
Hace cuatro años me hice finalmente con una recopilación de los relatos sobre los Berserker (ya sabéis, esas máquinas asesinas programadas hace eones para aniquilar cualquier rastro de vida9 en el que estaba también incluido "Alas en la oscuridad". Me decepcionó bastante el volumen y, en particular, mi mitificado cuento de la adolescencia. No son cuentos malos, ni mucho menos, pero noté a faltar algo, ese sentido de la maravilla que me acertó hace veintidós años. Tal vez sea sólo cuestión de estado de ánimo.
De todos modos, le daré otra oportunidad a Fred Saberhagen. Ahora él ha muerto, pero me queda casi toda su obra por descubrir.

José Javier Bataller

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